- No me acuesto sin cerrar las puertas del closet
- No me voy a la cama sin quitarme el maquillaje (si es que me puse)
- No puedo dormir con jeans
- No puedo dormir tranquila si no tengo una almohada en mi cabeza y un cojín para abrazar.
- No paso la noche sin, en algún momento, sacar mi pie entre las sábanas, dejarlo colgar y, a veces, moverlo nerviosamente.
- No puedo evitar pensar en demasiadas cosas mientras miro al vacío con mi cabeza en la almohada. Es como si despertaran todas mis neuronas cuando mi cuerpo sólo quiere dormir.
- No puedo comenzar a hundirme en mis sueños sin antes soñar despierta.
- No me voy a la cama sin antes revisar mi mail.
- No puedo meterme a la cama sin antes tirar al suelo todo lo que haya sobre ésta.
- No me quedo dormida sin antes ver los rayos de luz que pasan por entre las cortinas y se dibujan en mi techo.
- No puedo cerrar los ojos sin antes haber notado que la luz de la calle se prende y se apaga a su placer.
- No puedo acostarme sin estar convencida que perdí el tiempo haciendo cosas innesesarias y demasiado tarde.
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22 de noviembre de 2008, 13:20
Tampoco me acuesto sin antes cerrar las puertas del clóset... y en realidad, toda puerta que, desde mi cama, pueda ver abierta (en noches de calor, sólo la ventana permanece abierta).
También he pensado en esto que dices tú: pareciera que todas mis neuronas se prenden justo cuando quiero apagarlas. Si las tuviera así de activas durante el día... uf! otro gallo cantaría. xD
Y lo último en que coincidimos: No puedo ir a la cama sin antes revisar mi mail. Me invade una incomprensible intranquilidad si no lo hago, no sé porqué.
Siempre son geniales tus post!
;)