Desesperación

Te odio, sale. ¡SALE!.
Ándate, eres imbécil. Tropiezas con todo, me sigues a todos lados.
¿Qué acaso te doy señales de querer estar contigo?
Sale de acá, ándate de acá.
Me sacas de mis cabales, te escucho susurrar a lo lejos aunque no te vea.
Te odio, TE ODIO.
¿Dónde estás? ¿Dónde te escondiste?
Abro todas las ventanas, me paro.
Me desespero.
No te veo, ¡¿dónde estás?!
Te mato, te juro que te mato.
Moscas...

Llanto

Estaba llorando, pero ella no lloraba sola.
La abrazaban, el mismo amor incondicional que había hecho que ella desatara en llanto.
En culpa, en odio a sí misma, en esa frustración de no poder hacer nada.

- Es que soy así
- No me digas eso... yo sé que eres más que esto

Para dejar de llorar ella necesita buscar en lo más adentro.
Abrise el pecho, sacarse los puntos que tiene en el corazón y empezar a cicatrizar de nuevo. Pero tiene tan mala cicatrización.

------------------------------------------------------------------

¿Será que no sufro lo suficiente?
¿Será que ahora hay con quien llorar?
¿A quién llorarle?
Saber encontrarle el sufrimiento a las cosas... aunque no sean mis cosas. Ese es el deber de quien escribe. O no?