Lo complejo de ponerse a escribir, es partir y cuando el tema te encanta, es parar.
Es como el amor.
No sabes como dar el primer paso, cuándo dejarlo entrar, pero una vez que fluye, no hay como pararlo más.
Es como el reloj.
No quiero que se me acaben las pilas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 de octubre de 2009, 18:58
eso explica mis notas en redacción y mi soltería
fran